[icon name=»book» class=»fa-2x fa-pull-left»]Departamento de Empleo y Políticas Sociales. Encuesta de Familias y Hogares. EFH-2015. Vitoria-Gasteiz, Eusko Jaurlaritza-Gobierno Vasco, 610 págs., 2015.
El presente informe, publicado por el Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, recoge los resultados de la Encuesta de Familias y Hogares Vascos (EFH) con el fin de conocer sus características, las necesidades y problemas a los que se enfrentan y el grado de conocimiento que tienen sobre las medidas públicas de apoyo dirigidas a las familias. De esta manera, el Órgano Estadístico Específico, encargado de llevar a cabo la encuesta, retoma esta iniciativa estadística que se impulsó a principios de siglo con la realización de dos operaciones similares, una en 2004 y otra en 2008. Próximamente esta entidad publicará un estudio longitudinal para comparar los resultados de las tres ediciones de la encuesta.
Los últimos datos obtenidos muestran que, en 2015, el 70% de los hogares vascos se estructuran en torno a grupos familiares, que concentran al 88% de la población total de la comunidad autónoma. El tamaño medio de los hogares es reducido, de 2,48 personas. Con el objetivo de conocer mejor la situación de los hogares, la encuesta los clasifica, además en función de las personas que conviven en la vivienda y sus relaciones de parentesco. De esta manera, los datos muestran que un 35,7% de los hogares vascos están formados por una pareja con hijos o hijas, un 25% lo forman una sola persona y un 23% están constituidos por parejas.
Al analizar las características de las personas de referencia de los hogares, llama la atención la incidencia del envejecimiento poblacional, ya que tienen una media de edad de 55,5 años. Además, hay una presencia reducida de población menor en los hogares, dado que sólo en un 24% de los hogares residen personas menores de 16 años, una proporción que se reduce al 11% si se toma en cuenta a la población de menos de 6 años. La mayor parte de las personas de referencia son mujeres (54,2%), una cifra que aumenta en el caso de los hogares unipersonales (60,7%), mientras que en los hogares familiares sin núcleo esta representación femenina es inferior (46,8%). En cuanto al origen, la proporción más alta de población extranjera de referencia se encuentra en los hogares pluripersonales no familiares (37,1%) y los plurinucleares (23,7%).
Otros rasgos que se examinan en la encuesta son la situación laboral, económica y de vivienda de los hogares y las familias vascas. Según los datos correspondientes a 2015, en un 33,6% de los hogares hay al menos alguna persona en desempleo o con una ocupación precaria, y la proporción de unidades en las que todas las personas activas están en alguna de esas situaciones laborales es del 16,8%. Un 13,1% de las personas de referencia carecen de ingresos, mientras que los hogares en los que ninguna persona dispone de ingresos apenas representan un 0,9% del total. Entre los hogares que viven situaciones de precariedad económica, un 5,9% señalan haber accedido al sistema de renta de garantía de ingresos / prestación complementaria de vivienda (RGI/PCV), con una mayor dependencia de estas prestaciones en los hogares unipersonales, pluripersonales no familiares y monoparentales con algún hijo o hija dependiente.
En la sección dedicada a la incidencia de problemas sociales en las familias y hogares vascos, se observa que las dificultades más mencionadas tienen relación con el trabajo y los ingresos económicos. Así, un 44% de la población vasca reside en hogares con algún tipo de problema asociado al empleo, mientras que casi un 20% tiene algún miembro en desempleo. Le siguen las dificultades relacionadas con la insuficiencia o ausencia de ingresos (30,7%) y los relacionados con los hijos e hijas (30,2%). Entre estos últimos, destaca la tasa de personas que sienten incertidumbre por el porvenir de sus descendientes (26,7%). Los datos no apuntan a una incidencia significativa del cuidado de menores o personas dependientes en la posibilidad de mantener una actividad laboral normalizada. Sin embargo, se observan grandes diferencias en estos resultados según el sexo, ya que la incidencia de ese problema es entre 3 y 5,6 veces superior en mujeres. Esta desigualdad es más acusada entre la población femenina de 16 a 69 años vinculada a hogares parentales con prole dependientes, donde un 6,9% de las mujeres señalan haber interrumpido su actividad laboral en los últimos tres años por dificultades asociadas a la conciliación de la vida laboral y familiar.
Por último, el estudio aborda el nivel de conocimiento de las medidas de apoyo a las familias que proporcionan las administraciones públicas. Un 35,1% de los hogares conocen la existencia de las ayudas económicas destinadas a familias con hijos e hijas, así como las ayudas para la conciliación, como la reducción de la jornada laboral para atender a niños y niñas menores de 12 años (39,9%) y la excedencia para cuidar a hijos e hijas menores de 3 años (38,7%). Casi la totalidad de los hogares y familias que conocen estas medidas de apoyo las consideran necesarias. En cuanto al acceso, un 8,4% señala haber accedido a las ayudas para familias con hijos e hijas; un 5%, a la reducción de jornada laboral por el cuidado de menores de 12 años; y un 2,9%, a la excedencia para atender a menores de 3 años. No obstante, un 72,4% de los hogares que han accedido a las ayudas familiares consideran que son insuficientes o limitadas, mientras que un 34,2% opinan que la reducción de la jornada para el cuidado de personas dependientes es de poca ayuda.