[icon name=»book» class=»fa-2x fa-pull-left»]Fundación EDE. Voluntariado y otras formas de participación social en la CAPV. Vitoria-Gasteiz, Eusko Jaurlaritza-Gobierno Vasco, 63 págs., 2018.
Este informe de la Fundación EDE sintetiza los resultados de una encuesta realizada en 2017 para conocer la participación social altruista en Euskadi. El estudio utiliza una muestra aleatoria y representativa de 1.650 personas adultas y, en lo que se refiere al voluntariado, viene a actualizar un estudio desarrollado en 2012 por la misma entidad. En esta nueva investigación, sin embargo, se ha querido indagar también en modalidades de acción solidaria distintas al voluntariado, como la pertenencia a organizaciones ciudadanas (sociales, políticas o culturales), la colaboración con estas entidades mediante tiempo o dinero, o la prestación de ayuda a otros hogares de manera habitual.
El documento estima que, en 2017, un 13,4% de la población vasca ejercía el voluntariado ―frente a un 8,5% en el conjunto del Estado―, otro 22% se mostraba estaba interesado en esta actividad y un 10% había dejado de practicarla. Por edad, el voluntariado era más frecuente entre las personas de 18 a 29 años (29,9%) y menos entre las mayores de 64 años (7,5%); por sexo, apenas se detectaban diferencias; y por ocupación y formación, era más habitual entre estudiantes (30,1%) y personas con estudios universitarios (16,8%), respectivamente. El perfil de persona voluntaria que se deriva de la encuesta es el de una mujer (51%) de unos 44 años, nacida en Euskadi (85,9%) y residente en Bizkaia (51,6%) en una localidad de tamaño intermedio (51,6%). Esta voluntaria-tipo estaría ocupada (50%), tendría estudios universitarios (39,6%) y viviría en pareja con hijas o hijos (32,1%).
El estudio indica que el 41,8% de las personas voluntarias participaba en más de una entidad y que el tipo de organizaciones preferidas eran las que intervenían con grupos en riesgo de exclusión (26,6%), seguidas de aquellas vinculadas al ámbito cívico (15,3%), como las asociaciones vecinales, las de personas jubiladas o las de mujeres. El sexo y la edad parecen influir en la elección de entidad: las mujeres se decantaban en mayor medida por la acción social (30,9% frente a 22,4%) y la cooperación internacional al desarrollo (13,7% frente a 3,2%), mientras que los hombres optaban más frecuentemente por el voluntariado en el deporte (14,5% frente a 1,5%) o en la promoción del empleo (7,1% frente a 0,9%). La juventud se sentía más atraída por el ámbito del ocio y el tiempo libre, y las personas mayores, en cambio, se inclinaban más por la acción social y cívica. En cuanto al tipo de participación y al tiempo dedicado, el 60,8% de las personas voluntarias colaboraban de manera habitual y el 51,4% invertían entre una y cinco horas semanales. Otro dato interesante es que siete de cada diez personas voluntarias desarrollaban tareas de atención directa.
Respecto a la encuesta de 2012, se constata un incremento de la tasa de voluntariado actual (13,4% frente a 8,6%) y, sobre todo, potencial (22% frente a 11%), así como una cierta equiparación entre hombres y mujeres. El voluntariado creció notoriamente entre jóvenes (del 19,3% al 28,3%), personas ocupadas (del 43,1% al 50%) y personas con titulación universitaria (del 27,4% al 39,6%). En cambio, descendió la proporción de personas mayores voluntarias (del 26,4% al 14,5%), la de quienes colaboraban en más de una entidad (del 46,4% al 41,8%) o la de aquellas que lo hacían en el ámbito de la acción social (del 35,2% al 26,6%). Por último, cabe reseñar el aumento de quienes colaboraban de modo ocasional (del 16,7% al 39,2%) y de quienes dedicaban al voluntariado más de 5 horas semanales (del 16,7% al 39,2%).