[icon name=»book» class=»fa-2x fa-pull-left»]Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, EDADES 2015-2016 . Encuesta sobre alcohol y drogas en España. Madrid, Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2017, 102 p.
Continuidad es la palabra que mejor describe las tendencias reflejadas en la última Encuesta sobre Alcohol y Otras Drogas en España (EDADES), correspondiente a 2015-2016 y que constituye el principal estudio epidemiológico sobre el uso de sustancias adictivas realizado a escala estatal. La investigación no muestra grandes novedades respecto a la encuesta anterior, confirmándose algunas tendencias positivas que se venían observando y registrándose un retroceso en la mayor parte de las pautas de consumo. El incremento de la prevalencia de los atracones de alcohol y del consumo de cannabis son, posiblemente, los resultados menos favorables del documento.
Las sustancias legales siguen siendo las más utilizadas. Según el estudio, el consumo de alcohol se mantiene estable desde 2005. Los datos señalan pequeños descensos en el consumo reciente, actual y diario, practicados por el 77,6%, el 62,1% y el 9,3% de la población, respectivamente, y se da la circunstancia de que la tasa de consumo diario es la menor registrada desde que comenzó a realizarse la encuesta (1995). El consumo intensivo arroja cifras contrapuestas, ya que mientras que la tasa de borracheras continúa descendiendo —pasando del 19,1% al 16,8% en el último año, y del 7% al 6,5% el último mes—, la de atracones (binge drinking) sigue en ascenso —pasando del 15,5% al 17,9% el último mes—.
Por lo que se refiere al tabaco, la prevalencia se sitúa en niveles similares a los de 2011, con un 30,8% de consumo diario, y se detecta que cerca de 100.000 personas se han incorporado al hábito tabáquico desde 2013. En cuanto al consumo de hipnosedantes —la única sustancia utilizada proporcionalmente por más mujeres que hombres— los datos ponen de manifiesto un freno en la tendencia ascendente.
El cannabis aparece de nuevo como la sustancia ilegal más consumida, colocada justo detrás de los hipnosedantes en la clasificación general. Como se ha mencionado, su tasa de consumo se incrementa ligeramente, hasta alcanzar el 9,5% durante el último año, el 7,3% durante el último mes y el 2,1% diariamente durante el último mes. El perfil de usuario es un hombre menor de 35 años, que al día fuma dos porros y medio de marihuana mezclada con tabaco. El resto de sustancias analizadas en la encuesta presentan tasas de consumo reciente muy bajas —el 2%, la cocaína; el 0,6%, el éxtasis (MDMA) y los alucinógenos; el 0,5%, las anfetaminas; y el 0,1%, la heroína y los inhalables—, y todas con tendencia descendente, salvo la heroína, que muestra una tónica estable.
Por último, merece la pena señalar algunas novedades introducidas en el cuestionario de esta edición del estudio: un pequeño módulo sobre el uso de los cigarrillos electrónicos (con y sin nicotina), nuevas preguntas sobre las modalidades de consumo de cannabis (hachís, marihuana, mezcla con tabaco), un módulo específico sobre hipnosedantes y una escala para detectar el consumo problemático de esta sustancia de acuerdo con los criterios establecidos en el DSM-5. Estas mejoras contribuirán, sin duda, a recoger una información más completa sobre unos consumos que tienden a diversificarse.
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