[icon name=»book» class=»fa-2x fa-pull-left»] SIIS, Estrategias de sensibilización y captación para el fomento del acogimiento familiar. Revisión autonómica e internacional. Pamplona, Observatorio de la Realidad Social, Gobierno de Navarra, 2021, 77 p.
La preferencia por el acogimiento familiar frente al residencial cuenta con un enorme consenso legal, científico y profesional. Sin embargo, los datos oficiales muestran que aún es elevado el número de niños y niñas acogidos por el sistema de protección que permanecen en atención residencial. Uno de los grandes escollos para la consolidación de un modelo de protección basado en el acogimiento familiar se halla en las dificultades existentes para la captación y la retención de personas acogedoras.
Con el fin de determinar qué estrategias funcionan de cara a mejorar la captación de familias acogedoras, el SIIS ha llevado a cabo, por encargo del Observatorio de la Realidad Social del Gobierno de Navarra, una revisión de literatura y experiencias, de la que se extraen las siguientes recomendaciones:
• Planificación de la estrategia. Entre las actuaciones más efectivas destacan aquellas que parten de un conocimiento sobre qué estrategias funcionan, otorgan importancia a la valoración de las necesidades existentes y fomentan la implicación de las familias acogedoras desde las fases iniciales.
• Enfoque comunitario y colaborativo. La evidencia sugiere que las estrategias de captación que mejor funcionan son aquellas que tienen un fuerte componente local, con referencias a la realidad más cercana, gran visibilidad en los medios locales, implicación de los agentes comunitarios y una coordinación interinstitucional consolidada.
• Campañas universales de sensibilización. Diversos estudios confirman que existe un gran desconocimiento del acogimiento familiar entre la población general, por lo que se hace necesaria la existencia de campañas de carácter generalista centradas en difundir esta figura y en aumentar la concienciación social. Además, las campañas generalistas cumplen la función de mantener el interés de un amplio número de personas que suelen tardar años en decidirse a dar el paso; la captación de familias suele ser, a menudo, una carrera de fondo, consecuencia de un efecto goteo, que cala poco a poco.
…pero siempre acompañadas de campañas selectivas. Sin embargo, la evidencia parece sugerir que las campañas generales de sensibilización no producen un impacto directo en el aumento real del número de personas acogedoras, sino que aquellas focalizadas en determinados colectivos son más efectivas a la hora de aumentar el número de personas acogedoras que llegan a incorporarse efectivamente al sistema. La literatura sugiere que las estrategias centradas en colectivos diana (barrios concretos o grupos específicos como familias inmigrantes, personas solteras o LGTBI), se han vinculado con mejores resultados. También se apunta hacia la conveniencia de desarrollar campañas centradas en determinados colectivos profesionales, con una especial vinculación con la infancia, principalmente en el ámbito educativo, social y sanitario. Se recomienda por tanto combinar campañas generalistas de sensibilización –función de difusión del conocimiento, concienciación social y goteo en el imaginario– con campañas centrada en colectivos y necesidades más concretos.
• Personas destinatarias y motivaciones para el acogimiento. La evidencia internacional parece sugerir que el elemento diferencial entre las personas que (sólo) muestran interés en el acogimiento y aquellas que finalmente se convierten en personas acogedoras radica en las motivaciones intrínsecas de este colectivo. Estas personas se caracterizan por un deseo intrínseco de hacer lo correcto, una fuerte aspiración a mejorar la sociedad, un sentimiento de realización mediante la participación en la comunidad, la confianza en su capacidad de adaptación al cambio, el optimismo respecto del futuro y la constante búsqueda de respuestas.
Las investigaciones más cercanas confirman la existencia de estas motivaciones de carácter altruista –deseo de protección, compromiso social–, pero señalan algunas diferencias que deberían ser tenidas en cuenta. Así, las familias españolas otorgan gran importancia a las motivaciones personales –deseo de paternidad/maternidad, experiencia fracasada de adopción, sentimiento de soledad…– que, sin embargo, son mucho más minoritarias en otros países. Esta reflexión abre la puerta a otra cuestión recurrente como es la profesionalización del acogimiento. Las familias españolas demandan una mejora del apoyo económico para el acogimiento, pero parece que esta reivindicación se enmarca siempre en el marco de una compensación y se constata una cierta reticencia a percibirlo como un salario, lo cual puede suponer un problema a la hora de fomentar el sistema de acogimiento familiar en España.
• Mensaje realista, alejado de idealizaciones. El mensaje de la campaña debe ser claro, conciso y realista. La evidencia sugiere que tanto la captación como la posterior permanencia en el sistema de acogimiento están directamente relacionadas con la exactitud de la información recibida durante el proceso de captación. Además, habida cuenta de que el grupo de personas acogedoras comparte las citadas características de personalidad, las campañas deben reforzar las ideas de solidaridad, justicia y cambio social.
¿Apelar a la compasión o a la satisfacción del acogimiento? En este sentido, la evidencia parece sugerir que los mensajes optimistas, vinculados a las consecuencias positivas del acogimiento familiar, parecen tener un mayor impacto en la motivación de las potencias personas acogedoras que aquellos centrados en el desamparo o la culpabilidad. Algunos expertos sugieren además que centrar el mensaje exclusivamente en el abandono puede atraer a familias que sólo buscan rescatar a los menores de sus “malas familias”, lo que puede dificultar los intentos de reagrupamiento familiar con la familia biológica.
• Canales de difusión: el boca a boca. Se constata un amplio consenso a la hora de considerar el boca a boca como la estrategia más efectiva para la captación de personas acogedoras. En cuanto a las vías para fomentar este boca a boca, la literatura ofrece pistas sobre varios métodos, entre otros, suministrar información permanente a las familias para su posterior transmisión, fomentar la presencia de personas acogedoras en eventos, incentivar la captación de nuevos acogedores o el establecimiento de redes de familias acogedoras en calidad de “embajadoras”.
Testimonios de familias y menores acogidos. Se sabe que, en el caso concreto de las personas candidatas que asisten a reuniones informativas, éstas otorgan a las familias acogedoras una credibilidad muy por encima de la que conceden a los y las profesionales. Los videos con testimonios reales constituyen otro de los elementos más útiles para la difusión de estos testimonios. Esta vía testimonial supone un revulsivo también para las familias acogedoras, pues parece que el hecho de compartir sus experiencias les recuerda por qué se incorporaron al programa de acogida y les refuerza en su rol.
Medios de comunicación generalistas. Tradicionalmente, el método más utilizado para atraer potenciales acogedores ha sido el uso de anuncios en periódicos, radio, televisión, cines, autobuses, marquesinas o vallas publicitarias. Estos métodos de difusión se han mostrado especialmente efectivos en el marco de las campañas de carácter más generalista, dirigidas a toda la comunidad.
Portales de internet. La evidencia disponible confirma la importancia de los portales de internet a la hora de facilitar acceso a información clara, atractiva y útil, que pueda dar respuesta a las consultas que surgen en el contexto de las campañas puntuales. Pero, sobre todo, constituyen una fuente de información permanente para las personas que desean acceder a información de interés sobre el acogimiento en cualquier momento. Resulta fundamental asegurar un buen acceso a la información durante todo el año, mediante dichos portales de información, así como a través de teléfonos y direcciones de correo electrónico específicas sobre el acogimiento.
Eventos de reconocimiento. La revisión de literatura sugiere que conviene crear espacios u eventos en los que se pueda mostrar agradecimiento y reconocimiento a las familias acogedoras que ya trabajan en el sistema. Estos eventos constituyen además otra vía para que el acogimiento familiar esté presente en los medios con asiduidad.
Estatutos de las personas acogedoras. El texto de los Estatutos constituye un instrumento básico para la sistematización de los derechos y deberes de las personas implicadas en el acogimiento, así como para la difusión de los recursos y beneficios a los que pueden acceder. En el estado español, diversas Comunidades Autónomas han desarrollado recientemente Estatutos de las personas acogedoras, más concretamente, Andalucía (2020), Castilla y León (2017) y Madrid (2016).
• Respuesta a potenciales candidaturas. La calidad de la respuesta que se da al primer contacto por parte de las personas que se postulan como potenciales acogedoras, constituye un elemento clave para el éxito de la campaña de captación. Esta respuesta debe ser rápida, profesional y empática. Varios autores sostienen que lo más valorado por una familia en los primeros momentos es el tipo de contacto, la calidad de la información que recibe y el trato del personal del programa; y que sus primeras impresiones influirán en la decisión de seguir con el proceso o abandonar. Por ello, se recomienda que las personas responsables de esta primera atención posean un conocimiento detallado del tema, hayan recibido formación específica sobre la atención a estas demandas y sean capaces de activar respuestas proactivas ofreciendo diversas opciones para profundizar en esta fase de exploración, en función de las necesidades y preferencias de las personas solicitantes. La evidencia muestra que la ratio de personas que continúa con el proceso tras este primer contacto es baja – apenas el 20%- por lo que se recomienda realizar un seguimiento de las candidaturas para valorar el éxito o fracaso de este contacto inicial. Entre los métodos para esta valoración se citan los cuestionarios de entrada, las entrevistas de despedida o el uso de estrategias de cliente misterioso.
• Formación inicial. La formación inicial a las familias acogedoras debe tener como objetivos ofrecer a las personas candidatas conocimientos teóricos necesarios y realistas; promover la reflexión acerca de su motivación y las necesidades de los y las menores; profundizar en las peculiaridades del acogimiento frente a la adopción; dar a conocer las características de los niños, niñas y adolescentes del sistema de protección y de sus familias de origen; procurar contenidos que faciliten la toma de decisiones sobre el proyecto de acogimiento y servir como instrumento de valoración de cada familia. Las recomendaciones oficiales apuntan hacia la conveniencia de llevar a cabo la formación en grupos de 25 personas máximo, con una asistencia obligatoria, duración mínima de 10 horas e impartida por 2 personas técnicas con formación y experiencia en la materia. En la medida de lo posible, se recomienda que se trate del mismo personal que realizará las valoraciones.
• Permanencia de las familias acogedoras. La captación y la permanencia de las personas acogedoras están fuertemente vinculadas y generan un círculo que se retroalimenta: las familias acogedoras satisfechas generan, mediante su experiencia y testimonios, el interés de otras personas en el acogimiento familiar. Y para que estas familias –y menores acogidos- se sientan satisfechos, resulta esencial que se les faciliten los recursos necesarios para garantizar su bienestar. Con el objetivo de asegurar la permanencia de las familias acogedoras, la literatura recomienda mejorar la formación, invertir en los recursos disponibles y facilitar el acceso a éstos, asignar un profesional de referencia, garantizar una gestión ágil de los procedimientos, dar una respuesta rápida a las situaciones de crisis, ofrecer un apoyo intensivo –incluso en horario extralaboral en el caso del acogimiento especializado–, mejorar las asignaciones económicas, reforzar los servicios de respiro, profundizar en modalidades de acogimiento alternativas -de día, de actividades, de tareas escolares, para crisis, de respiro, de ocio, etc.- y, en última instancia, desarrollar el acogimiento profesionalizado.
• Sistemas de evaluación y seguimiento. Al igual que el resto de los programas públicos, los programas de captación y sensibilización deben contar con sistema de evaluación y de seguimiento que permitan evaluar su efectividad y extraer las conclusiones necesarias para su posible reorientación. Se considera que un programa no suele dar sus frutos hasta pasados entre 12 y 36 meses desde la implementación de la campaña. En todo caso, la presente revisión sugiere que si bien la literatura ofrece abundante información sobre qué se considera «buena práctica” en la captación de personas acogedoras, son escasos los estudios que han evaluado la efectividad de estrategias específicas.
• Experiencias destacadas y bibliografía especializada. Una vez establecidos los criterios que deben regir las estrategias de captación de las familias acogedoras, la revisión incluye una selección de estrategias de captación consideradas de especial interés, a nivel internacional y autonómico. La parte final de la revisión incluye una bibliografía comentada, que ofrece acceso a una serie de reseñas sobre los principales documentos revisados, incluyendo resúmenes en castellano de aquellos documentos originarios de otros países, principalmente de habla inglesa, para aquellas personas que tengan interés en ampliar la información.