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Seguimiento del riesgo de pobreza en España

[icon name=»book» class=»fa-2x fa-pull-left»]Llano, J.C. El estado de la pobreza, 6º informe. Seguimiento del indicador de tiesgo de pobreza y exclusión social en España 2009-2015. Madrid, Red Europea contra la Pobreza y la Exclusión Social, 274 págs. 2016.

La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) presenta anualmente un informe de seguimiento del indicador de riesgo de pobreza y exclusión social denominado AROPE (at-risk-of poverty and exclusion). Se trata de uno de los indicadores especificados dentro de la estrategia de crecimiento Europa 2020, donde se propone como objetivo para España reducir el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social en 1,4 millones antes de 2020. Según esta estrategia, se consideran personas en riesgo de pobreza o exclusión social las que viven con bajos ingresos, las sufren privación material severa o viven en hogares con una intensidad de empleo muy baja.

Con el objetivo de conocer el grado de cumplimiento de este objetivo, el presente informe analiza cada uno de los indicadores que conforman la tasa AROPE, tanto a nivel estatal como autonómico. Para ello, se han empleado principalmente datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (INE), completando esta información mediante datos proporcionados por la Agencia Tributaria y el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Según estas fuentes, algo más de 13 millones de personas en España se encontraban en situación de riesgo de pobreza o exclusión social en 2015, es decir, el 28,6% de la población estatal. Aunque dicho año, esa cifra se redujo en un 0,6%, cabe destacar que desde 2009 ―tras el comienzo de la crisis― el número de personas en esta situación ha aumentado un 3,9%. Al examinar la tasa AROPE en función de sus componentes, se observa que el 22,1% de las personas residentes en España tienen un bajo nivel de ingresos, el 6,4% se encuentran en situación de privación material severa y el 15,4% registran una baja intensidad de trabajo. Desde 2009, la población que vive alguna de estas situaciones ha aumentado un 15,8%, sobre todo en hogares con baja intensidad laboral ―donde han pasado del 7,6% en 2009 al 15,4% en 2015―.

No obstante, cabe añadir que la tasa AROPE no afecta de igual manera al conjunto de la población, ya que se observa una mayor incidencia entre las personas de 16 a 29 años (68,2%), las personas extranjeras nacidas fuera de la Unión Europea (63,9%) y los hogares formados por un solo adulto con menores a cargo (50,1%).

Otro de los aspectos que se han de tomar en cuenta para interpretar correctamente las cifras del estudio es que la población en riesgo de pobreza se define en términos relativos y en función de los ingresos de los hogares, de modo que el umbral de riesgo de pobreza varía anualmente. En concreto, entre 2009 y ha descendido de 739,7 € a 633,4 €, poniendo en evidencia el empobrecimiento general de la población española. Este descenso explica que, en 2015, las personas con ingresos de entre 634€ y 739€ no sean consideradas pobres, aunque no hayan experimentado mejoras en sus condiciones de vida.

En la segunda parte del informe, EAPN analiza el riesgo de pobreza o exclusión social por las comunidades autónomas, poniendo de manifiesto las grandes diferencias existentes entre territorios. Las comunidades del norte registran cifras por debajo de la media nacional y, por el contrario, el sur de España tiene tasas más altas de pobreza y exclusión. Esta desigualdad pone en cuestión la capacidad de la estructura política, económica y social para mantener una mínima cohesión territorial.

Mapa tasa arope España 2015

En conclusión, y volviendo a los objetivos propuestos en la estrategia Europa 2020, el informe determina que España se ha alejado del propósito de reducir en 1,4 millones de personas la cifra de población que vive por debajo del umbral de pobreza antes de 2020. Considerando la evolución de la pobreza durante la mitad del periodo estimado (2011-2019), se calcula que alcanzar el objetivo marcado exigiría, en los próximos años, reducir el riesgo de pobreza o exclusión en 2,4 millones de personas.